Isidro García Getino
Pedagogo y Psicólogo
La Edición Española del libro que tienes entre manos, Movimientos que Mejoran la Mente, tiene una clara vocación preventiva, –prevenir es siempre más sabio y más práctico que curar o llegar tarde-.
Y es que para aprender en la escuela, necesitamos escolares aprendices, es decir, niños preparados para aprender escolarmente.
Antes de empezar el aprendizaje escolar el niño tiene que estar preparado para él. En nuestro Sistema Escolar no se tiene en cuenta esa preparación previa imprescindible y los resultados están siendo nefastos.
Desde el momento en que nace, el niño está aprendiendo. Viene dotado de Reflejos Primarios para sobrevivir y para desarrollarse adquiriendo, en poco tiempo, fantásticas herramientas tanto físicas como mentales, emocionales y sociales para enfrentarse a los múltiples retos que la vida le va planteando.
La realidad nos muestra que no todo sale siempre perfecto y los fallos van dejando secuelas. No todos los Reflejos cumplen su función completamente o no se retiran y quedan como obstáculos al buen desarrollo. No todas las herramientas evolucionan hasta su perfección. No todos los automatismos llegan a funcionar como tales con la coordinación que requieren. No todos los sentidos alcanzan el grado óptimo de precisión y eficacia o no se obtiene la integración sensorial necesaria. A veces los obstáculos le llegan al niño desde fuera, como si fuesen meteoritos que impactan en superficie moldeable.
La Dra. De Jager, con la sensibilidad de experimentada educadora, nos aporta en este libro un fantástico equipamiento de herramientas propulsoras y reparadoras capaces de preparar, moldear, dinamizar y enmendar las mentes -tanto las ordenadas como las deficitarias- para abordar, proseguir, rectificar y potenciar el aprendizaje escolar y vivencial. De este modo los niños pueden estar preparados para la escuela.
A partir de su primera obra Mind Moves®, la Dra. De Jager ha elaborado este práctico manual Mente en Acción, Movimientos que Mejoran la Mente, que ahora ve la luz en Lengua Castellana para incorporarse en primerísima fila a los programas que pueden manejar los padres, los educadores y los terapeutas en su función de ayudar al desarrollo del niño para que alcance el éxito personal, escolar y social.
El niño encuentra la mayor felicidad en sus propios logros. Se siente capaz de repetirlos, de superarlos y, además, se da cuenta de que no pasan desapercibidos.
Todo lo que necesitamos saber, en relación con lo antedicho, es que el desarrollo empieza, se nutre y progresa con el movimiento que alimenta cuerpo y mente, que corrige fallos, que mejora logros. “La naturaleza, dice de Jager, utiliza la urgencia de moverse para ayudar al niño a desarrollarse y, cuando se ha desarrollado, el niño puede controlar la urgencia de moverse”. Esta idea es una respuesta clara a muchos problemas que se plantean en educación. El niño necesita moverse: para desarrollarse, para aprender, para atender, para mejorar sus movimientos, para controlarse y controlar sus impulsos y sus desasosiegos.
El movimiento es energía, es aprendizaje, es vida; y hay que aprender a vivir como hay que aprender a aprender. Para ello hay movimientos que ayudan a vivir y movimientos que mejoran el aprender: “Movimientos que Mejoran la Mente” es eso y mucho más.